Para el 2035, la Unin Europea espera haber eliminado de las carreteras los coches con motor de combustin. Un noble horizonte que pretende doblegar el mpetu contaminante con el que el cambio climtico est destruyendo el planeta. Pero la carrera progresiva hacia la electrificacin de la movilidad no est exenta de tensiones. La avidez por minerales como el litio, el cobalto, el nquel o las tierras raras, materiales de los que depende la industria del vehculo elctrico y cuya extraccin descontrolada provoca graves impactos ambientales, se ha disparado. El Banco Mundial calcula que la demanda de estos materiales crticos crecer un 450 % hasta el ao 2050. El problema es que el 54 % de estos recursos indispensables para las bateras de los coches elctricos se encuentran en tierras habitadas por pueblos indgenas o en sus proximidades. Estamos cayendo en los mismos errores del modelo extractivista del pasado. Se est consolidando un nuevo colonialismo verde, denuncia Silvia Schnenberger, responsable del departamento dedicado a la justicia climtica y a los derechos de las comunidades indgenas de la ONG Sociedad para los Pueblos Amenazados, entidad que protagoniz una protesta ante el Saln Internacional del Automvil de Ginebra el pasado 28 de febrero.
En este momento es el sur el que est pagando la factura de la transicin verde de Occidente. El actual sistema de extraccin beneficia sobre todo a empresas y pases desarrollados. Los que compran coches elctricos son los consumidores de China, Europa y Amrica del Norte. No puede ser que las comunidades locales e indgenas paguen siempre por el hambre de recursos naturales de los pases ricos, incide.
Las cifras
1.850 veces ms partculas txicas podran producir los neumticos de los coches elctricos
25 % de los coches elctricos del mundo se producen en Europa
450 % crecer la demanda de los materiales crticos hasta el ao 2050
La frentica actividad extractiva tiene, adems, enormes efectos negativos climticos, como la contaminacin del agua o la deforestacin. Tambin el coste en trminos de desplazamiento de las poblaciones autctonas y la generacin de vertidos en los ecosistemas es muy elevado. Muchas de las operaciones mineras utilizan motores de gasleo en buena parte del proceso. Todo esto provoca un gran impacto ecolgico que se incrementar en las prximas dcadas y que, en el caso del litio, cuyas reservas se encuentran en regiones que se caracterizan por ecosistemas muy frgiles, se hace ya evidente. Para extraerlo se necesita una cantidad inmensa de agua que afecta a los sistemas hdricos subterrneos. Los salares del desierto de Atacama, en Chile, son ejemplos emblemticos. Las comunidades indgenas colla y licanantay, que llevan siglos viviendo en esta zona, ya estn sufriendo los recortes hdricos, resalta Schnenberger.
En medio de esta fiebre por la electrificacin del transporte que muchos sitan en el corazn de la transicin ecolgica, tambin hay voces discrepantes que cuestionan que esta va sea una solucin definitiva. Los vehculos elctricos son buenos para el cambio climtico porque evitan la emisin de dixido de carbono, pero malos para la contaminacin, asegura Nick Molden, fundador de Emissions Analytics, que ha liderado un estudio que concluye que los coches de gasolina emiten menos partculas contaminantes a la atmsfera. El informe plantea que la mayor parte de las partculas liberadas por los automviles propulsados por electricidad provienen del desgaste de sus neumticos. Los vehculos elctricos reducen el CO2 a la mitad, pero tienen la desventaja de que aumentan la contaminacin. El deterioro de sus llantas, que se fabrican con petrleo, puede llegar a producir 1.850 veces ms partculas txicas que los tubos de escape de los automviles de gasolina modernos, insiste. Conclusiones que socavan parte de las certezas de la descarbonizacin del transporte en Europa.
El oro blanco
Zimbabue es una de las nuevas fronteras de la caza al litio, un metal blanco plateado considerado el nuevo oro. Los residentes denuncian que empresas privadas y organizaciones ilegales no autorizadas se les han adelantado y han comenzado a expulsarlos de sus tierras para iniciar sus propias operaciones mineras para extraerlo.
